Como sabéis llevo dos años luchando por mi patata. Dos años de médicos, millones de caras nuevas, caras conocidas, otras no, hospitales diferentes...Asturias, Cantabria, Extremadura... y muchas visitas a Urgencias, la UVI móvil,... muchos momentos difíciles, mucha incomprensión, mucha rabia...
Si... rabia porque después de dos años, vuelves a encontrarte peor, sin evolución, ya no estancada sino peor y sin que sepan decirte la causa de tu problema, qué otras opciones de posibles tratamientos existen...y que a sangre fría te digan: "No podemos ayudarte más", "Tu caso es difícil." Perdona; pero no soy un caso ni un parámetro analítico ni una resonancia sino una persona que está sufriendo no sólo físicamente sino también psicológicamente porque con 30 años no llegar ni al baño de su casa y con que te leas de verdad mi historial clínico y me digas que vas a intentar ayudarme y a hacer todo lo posible, me consuelas. Pero no. Te encuentras mucha falta de interés, de empatía y de corazón.
Y eso da mucha rabia. Muchísima. Pero quizás lo que más rabia da es enterarse de que no has sido bien tratada durante estos dos años. Ya es la tercera vez que me pasa. No quiero meterme con mi gremio pero se ven tan diferentes las cosas desde el otro lado... y yo lo veo desde ambos... pero hay gentes y gentes como en todos lados. Y no sólo hablo de mi propia experiencia sino también de personas que he conocido que han pasado por situaciones incluso peores. Y no puede ser, hay profesionales muy buenos y un sistema de salud que muchos países quisieran, por eso creo que deberíamos cuidarlo y cuidarnos entre todos, y los primeros que deberían hacerlo deberían ser las personas que toman las decisiones a la hora de ejecutar las condiciones de este sector dejando de lado el dinero, las diferencias, los enchufismos, etc. Tratamos con personas y como tal, merecen lo mejor.
En mi situación, la primera vez que pasé por esto, fui mal diagnosticada y tratada durante año y medio. A esa neuróloga aún no la he perdonado, para empezar porque ella ni siquiera ha tratado de disculparse ni de ponerse en contacto conmigo tras conocer mi verdadero diagnóstico y todo lo que me hizo pasar a mi familia y a mi. Soy la primera que quiere perdonar y quitarme ese peso de encima; pero cuesta cuando ves tal indiferencia después de tanto sufrimiento provocado. No cuesta tanto pedir perdón. Todos somos humanos y nos podemos equivocar en cualquier momento; no pasa nada, no podemos saberlo todo; pero lo difícil es reconocerlo.
La segunda vez cuando Rúflex comenzó su lucha y tras 8 meses de tratamiento, evolucionó desfavorablemente hasta que encontró a su ángel de la guardia. Desgraciadamente, por motivos personales ese ángel de la guarda tuvo que desaparecer de la vida de Rúflex y en su ausencia, pues ha sido llevada por otros profesionales, los cuales no dudo que han intentado hacerlo lo mejor posible, unos más que otros eso si; pero en lugar de mejorar la situación o mantenerla estable, ha empeorado.
Y por qué sucede esto? Cuestión de mala suerte? No lo creo. Me genera mucha rabia conocer muchas situaciones en las que te ven joven y con dolor o cualquier otro síntoma y parece que no te toman en serio, "qué vas a tener siendo tan joven!". Somos muchos los casos en los que tenemos que ir reiteradamente a Urgencias hasta que llega un momento en el que alguien nos cree e intenta ayudarnos todo lo posible pero a lo mejor, ya es tarde.
Por eso desde aquí quiero abrir los ojos, a los que se quieran dedicar a la medicina y a los que ya se dediquen a la misma, que por favor, se valoren a las personas y las tratemos del mismo modo que nos gustaría que nos tratasen a nosotros en la misma situación. No olvido las palabras de un buen maestro cuando me enseñaba: "Yo trato a los pacientes como si se lo estuviera haciendo a mi madre"y así lo hace día tras día. Desde el punto de vista médico también comprendo que en determinados momentos tienes que ser objetivo por salud mental pero animo a intentar hacer las cosas lo mejor posible porque se puede.
Las enfermedades por desgracia, no tienen edad y nadie estamos libres de ellas.
Y cuando hablo de empatía, no sólo lo digo por parte de los médicos sino de todo el equipo. Como todo, si no se trabaja en equipo, no se obtienen buenos resultados. Esa es la clave. Y lo ideal sería que todos los que se dediquen a este mundo, sean limpiadoras en el servicio hospitalario, técnicos, auxiliares de enfermería, médicos, estudiantes, enfermeras, celadores, administrativos, y un largo etcétera, lo ideal sería que todo el mundo intentase hacerlo lo mejor posible.
RÚFLEX CONSEJO:
NADIE PIERDE POR DAR AMOR, PIERDE QUIEN NO SABE RECIBIRLO.
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