Rúflex nació en el postoperatorio de la cirugía que me hicieron en la base del cráneo hace exactamente dos años. Desde ese momento mi patata hizo "pop" y comenzó su lucha. Han pasado ya también dos años desde entonces y a día de hoy, sigue teniendo que luchar diaria y constantemente.
Rápidamente me diagnosticaron un problema en el corazón. Estuve en el hospital el tiempo necesario y posteriormente, tuvimos que estar viviendo en Oviedo durante meses y a 5 minutos del hospital por si hubiese alguna complicación, llegar lo más rápido posible. Mi familia ya había cambiado su vida a raíz de mi enfermedad neurológica; pero esto fue un paso más. Comenzamos a vivir mi madre y yo en Oviedo y mi padre, mi hermana y mi querido perro vivieron durante mucho tiempo en el trayecto que nos separaba, unos días en Extremadura, otros en Oviedo y así hasta que los médicos se atrevieron a dejarme marchar a Santander, que era la ciudad donde yo comencé mi vida laboral y donde había tenido que permanecer entonces por la enfermedad.
Volvimos a Santander, fueron meses de reposo absoluto; pero como siempre os digo, rodearte de las personas que quieres es lo mejor del mundo entero además de la mejor medicina. Ellos intentarán ayudarte y buscar soluciones como y de donde sea, y en este caso, gracias a mi madre y a mi amigo del alma, mi querido Marcos, pensaron que podrían buscarme una silla de ruedas porque como no podía moverme, al menos poder pasearme y repirar la brisa marina de Santander. Y así lo hicieron. En menos de 24 horas estaban paseandome por la bahía de Santander. Y cómo lo agradecí... llevaba más de 8 meses en cama, entre cuatro paredes y psicológicamente, ya necesitaba respirar.Y además, ver el mar... aún se me ponen los pelos de punta al recordarlo... qué imagen tan bonita! Soy una amante del mar y me da vida con sólo olerlo! Recuerdo todo lo que me rodeó ese día como si fuese ayer, jamás lo olvidaré y aunque al principio al volver a salir a la calle hasta me daba miedo, es decir, los ruidos, la gente... a medida que iba relajandome con la ayuda de mi madre, fui capaz de disfrutar esas primeras respiraciones al aire libre... Fue Vida!
Además, en ese camino conocí a gente maravillosas y es que la vida no deja de darte gratas sorpresas. En ese momento, conocí a personas que a día de hoy, llevo y llevaré en mi corazón siempre porque hicieron mis días maravillosos y no dejaron que perdiera la sonrisa pasase lo que pasase. Ya no hablo de mi maravillosa familia, también puedo nombrar a personas que son voluntarios y socorristas de la Cruz Roja que durante los veranos en Santander trabajan a destajo en la playa de Peligros cuidándote y ayudándote a bañarnos en el mar a personas con algún tipo de discapacidad. Todos fueron encantadores y de ahí, me llevo un montón de gente expecional y muy grande que me enseñaron tanto...y sobre todo, me llevo un amigo para siempre que hizo que además, conociese gente maravillosa a pesar de sus adversidades, riesemos sin parar cada día, disfrutásemos hasta del helado más derretido y admirásemos cada atardecer que la vida nos permitía disfrutar. Ellos son David, Laura, Juanki, Flora, Eva, Carlos, Sara y todo el equipo que hicistéis de ese verano un verano muy especial tanto para mi madre como para mi. GRACIAS A TODOS.
Asi que gracias a todos esos buenos momentos que comenzamos a vivir, seguimos luchando con más ganas y poco a poco fui mejorando de mi cirugía, cosa que no hay día que pase sin dar gracias por ello y Rúflex mejoraba muy lentamente. Los médicos le dieron más tiempo hasta que dado el momento, se atrevieron a dejar que mis padres me llevaran a mi casa, mi Extremadura. Eso fue un subidón muy grande y a la vez, me despertó mucho miedo por el viaje (el coche me provocaba dolor, eran muchas horas,... ) pero estaba con la mejor compañía del mundo, asi que no podía permitir que el miedo me bloquease sino todo lo contrario, a por él!
Y por fin, llegamos a casita y felices a pesar de todo! Pero el cambio, el viaje o no se qué razón hizo que mi patata no mejorase sino que empeoró. Comenzaron a verme los cardiólogos que me ven actualmente y es duro enterarse de que has empeorado; pero además, saber que desde el inicio hubo algo más que no se vio y no se trató adecuadamente. Asi que, tocó respirar hondo, asimilar, aceptar y seguir para adelante.
Costó pero como siempre os digo, la vida por muy dura que sea por momentos, intenta compensarte con algo bueno y en este caso y en este momento, conocí al amor de mi vida. Era impensable para mi en esos momentos pensar en algo así; pero queridos amigos, esa es la misma vida! Que cuando menos lo esperas, va y te sorprende! Y no hay día que no de millones de gracias por haber hecho que nuestros caminos se cruzasen porque desde ese momento no nos hemos separado y como siempre decimos, JUNTOS PODEMOS CON TODO! Puedo decir millones de cosas de él pero creo que esto lo dice todo: es una de las mejores personas que he podido conocer y el mejor compañero de vida que podría tener a mi lado. GRACIAS MI AMOR.
En Enero de 2017, comenzamos de nuevo a hacer todo lo posible para que Rúflex se recuperase y ahora, no sólo estaba MI FAMILIA sino también, ÉL. Fue más tiempo de reposo, tratamientos y un largo etc; pero quiero deciros que lo más importante es vuestra ACTITUD, es decir, por mucho que tengas alrededor y te animen, si uno mismo no se anima, lucha y es el primero que hace todo lo posible por seguir adelante y recuperarse, no sirve absolutamente de nada.
Asi que a finales del verano de 2017 conseguimos que la Rúflex se pusiera bien. Los médicos nos fueron claros, no saben si recidivaría el problema o no pero tenía claro una cosa: quería era disfrutar el día a día y aprovechar esta segunda oportunidad que me estaba brindando la vida. Y así lo hice, disfrutamos e hicimos muchísimas muchísimas cosas, cosas que hacía años que no podía hacer!! Y todo ese tiempo, ha sido INCREIBLE Y MARAVILLOSO!!
Pero la Rúflex historia no se acaba, unos meses después, en Noviembre de 2017 la patata avisaba de vez en cuando de que estaba ahí, dando sus coletazos; yo misma intentaba manejarlo como me habían enseñado los compañeros Cardiólogos hasta que llegó un momento en el que la cosa se puso seria de nuevo, el problema habia recidivado. Y en esa lucha estamos actualmente. Desde entonces, estamos luchando y desde hace unas semanas, ha habido que parar. Parar por completo porque tengo que hacer reposo absoluto, seguir con el tratamiento y echarle más y más paciencia. Es por eso que hoy al salir del Hospital de nuevo con tales noticias, al principio salgo pensando en lo bueno, quiero decir al menos no tengo que estar viviendo en un hospital, hay solución, ya conozco la situación, estoy acompañada por toda la gente que me quiere; pero si que es cierto que luego el ánimo baja. Baja por muchas razones que se te pasan por la cabeza; pero es cierto que no te lleva a ningun lado más que a regodearte en la pena y eso te estanca, te frena y te aleja de tus metas y objetivos.
Asi que esa es la Rúflex historia y su consejo del día a día es el siguiente:
No hay comentarios:
Publicar un comentario