
Todos los profesionales nos las mandan por nuestro bien; pero ¿hasta donde llega el riesgo / beneficio? Cuento todo esto porque en mi caso he pasado por muchas etapas diferentes:
Estando con mi problema neurológico estuve durante mucho mucho tiempo bajo los dominios de la morfina. Estaba claro que era para paliarme el dolor pero esa droga es un mundo aparte. Me cambió el carácter, me cambió por completo durante mucho tiempo, me convirtió en otra persona completamente diferente a mi, me hizo saber lo que es realmente tener "mono" y nos costó muchísimo dejarla... hablo en plural porque si alguién sabe lo que significó la morfina en nuestras vidas es mi madre. Mi santa madre. Ella lo sufrió en primera persona desde el minuto 1 y sólo tenía dos opciones o intentar comprenderla y hacerse su "amiga" o luchar contra ella. Mi madre, una mujer muy inteligente, supo desde el primer momento cómo abordarla y creedme si os digo que no hay ejemplo mayor de superación y lucha. Conseguimos hacernos sus "amigas" y fuimos capaces de decirle un "Hasta siempre" con la cabeza bien alta.
Hoy no hablo de la morfina, pero si de otras tantas drogas que tengo que tomar para el corazón y por ellas, sufro unos dolores muy intensos de tripa que se acompañan de febrícula, hinchazón abdominal como si tuviera un alienígena metido dentro de mi, a veces diarreas, otras incapaz de ir al baño... y es tal el dolor y la incomodidad que te dan ganas de dejar todas las pastillas; pero sabes que no es posible... y cuando se lo dices al Cardiólogo te responde que tienes que aguantar porque es lo único que puede curarte... Además, a esta situación, se le suma un estado de irritabilidad, rabia, desesperación... que acabas pagando con las personas que siempre están a tu lado, las que te quieren a pesar de todo, las que tú mas quieres y no es justo. No es justo para nadie.
Asi que, qué puedes hacer? Buscar soluciones para "paliar" todos esos efectos secundarios. Personalmente, en el caso de los fármacos hemos buscado probióticos que nos ayuden con esos dolores de tripa, lino para facilitar la ida al baño cuando estás tan obstruida y en ese camino de intentar buscar soluciones, te encuentras gente que de un modo u otro quiere ayudarte a que te sientas mejor sin apenas conocerte. También deciros que no hay cosa que cure más que el cariño y los mimos y con respecto a pagar con los demas, respirar, aprender y corregir.
Entonces, en el marco de una enfermedad no sólo engloba que tú lo pases mal sino que lo pasa mal tu familia, tu pareja y la gente que te quiere. ¿Qué podéis hacer? Se que suena fácil pero no lo es. Pero hay que intentar llevarlo lo mejor posible y hacer que el día de hoy sea un poquito mejor que el de ayer. Confía y permite que la vida fluya. Respira. Pasará.
Yo hoy por ejemplo, me he levantado dando gracias porque esos dolores de tripa de ayer han disminuido gracias a Dios y comienza un nuevo día. Un nuevo día que quiero aprovechar en la medida de mis posibilidades porque los límites los pone la mente, no el cuerpo.
¿Qué me gustaría aportaros además con todo esto?
Pues que por muy grave que sea la tormenta, siempre llega la calma y que la felicidad no es la ausencia de problemas sino la habilidad de seguir adelante con ellos.
Rúflex Consejo: La clave de todo es darse cuenta de que uno está vivo y recordar que nunca es demasiado tarde para comenzar una vez más.
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