Mi niña bonita

Buenas tardes!! Cómo estáis? Espero que estéis disfrutando de la compañía si estáis acompañados, del sol si no está nublado, del tiempo libre si es vuestro día libre o si estáis trabajando, que lo disfrutéis también simplemente por el hecho de poder hacerlo. Valorar lo que tenéis ahora que lo tenéis y además, disfrutadlo!

Hoy quiero hablar en mi rincón de un ángel. Una niña que me tiene robado el corazón. Una personita que aparte de especial, es la persona más luchadora que he podido conocer porque desde que nació hasta el día de hoy, lo está haciendo sin descanso alguno. 

Se llama Andrea, tiene 9 años y es de Puebla de Obando. Nos conocimos gracias a nuestros padres. Mi padre y su padre fueron muy buenos compañeros de trabajo y ahí comenzó su gran amistad y a día de hoy, siguen manteniendo ese vínculo tan especial. 

Cuando algo importante surgía o surge en la vida de Andrés o en la de mi padre como buenos amigos se hacían partícipes el uno al otro. Y algo muy importante surgió en la vida de Andrés, iba a tener un bebé. Y su bebé se llama Andrea. Recuerdo el primer día que la conocí. Era tan bonita...Un bebé precioso. Y recuerdo cómo se movía. Tan inquieta y ya intentando luchar desde ese instante. Me inspiraba la misma ternura que su padre, todo corazón. Pero Andrea tuvo que luchar por su vida desde el minuto uno porque nació muy pronto y por las circunstancias, tuvieron que pasar tanto ella como su familia por momentos muy muy duros; pero hoy Andrea ya tiene 9 años y aunque tiene que luchar diaria y constantemente, no pierde la sonrisa y es una niña feliz. 

 Andrea tiene un problema neurológico que la impide moverse por si misma, hablar, comer; pero no quiero explicar lo que no tiene Andrea sino todo lo que si tiene. Andrea es una niña preciosa, muy inteligente, súper cariñosa, sensible, generosa y tiene un espíritu de superación increíble. Además, es muy buena y te quiere simplemente con que le sonrías. Andrea es muy paciente y hace de cualquier momento, un momento único y especial. Andrea es muy fuerte y se sobrepone ante las circunstancias más adversas. Andrea tiene una sonrisa tan grande como su corazón que está lleno de bondad y sus ojitos no irradian otra cosa. Andrea te reconoce por tu voz aunque todavía no estés a su lado.  Andrea es una gran luchadora, como su padre que con su constancia no le enseña otra cosa. Andrea es puro amor y es muy feliz cuando está con alguien que la quiere. 

Y algo muy importante para mi es que Andrea y su padre Andrés han estado a nuestro lado siempre. Al teléfono constante en la distancia y en cuanto supieron que estábamos en Badajoz, vinieron a vernos. La última vez que he recibido su sorpresa ha sido ahora, hace un par de días. Y eso que el día que vino yo no estaba pasando buen dia; pero fue verla y ya se me pasó todo. Nos sentaron juntas y estuvimos toda la tarde de la mano. Juntas, dándonos fuerza y mucha alegría. Y es que es mirarla, decirle lo guapa que es y la sonrisa tan bonita que le sale. Estar con Andrea no es más que felicidad y aprendizaje. Andrea nos enseña a todos que la vida se vive una vez. Que hay que disfrutar de cada cosa y que de lo sencillo, se vive lo mejor. Andrea nos enseña que no hay que rendirse, que hay que seguir, hay que luchar porque quedan muchas cosas buenas por vivir. Y es que tardes como esa con ella y su padre, son UNICAS.

Al igual que la primera vez que la subimos a un columpio adaptado en Badajoz. Fue felicidad máxima para ella y para nosotros. Estaba radiante y muy muy contenta. Fijaos lo feliz que la vio su padre que no ha parado de luchar hasta conseguir que pusieran un columpio adaptado en su pueblo. Y lo ha conseguido y ahora Andrea o cualquier otro niño pueden disfrutarlo. 

Andrea además me hizo un regalo muy especial. Es esta foto de las dos que véis aquí para que cada mañana cuando me levante, la vea. Vea su sonrisa, sus ganas y su fuerza. Me emocionó y me emociona mucho. 

Andrea nos da una lección de vida a todos. Realmente nos enseña a disfrutar de la compañía de los que tenemos a nuestro lado, de las cosas más sencillas de la vida y a vivir el momento. Nos enseña a querer sin condición y nos enseña que todo lo que te haga reír, merece la pena.

Nos unieron nuestros padres y doy cada día gracias por ello. Tu padre es un padrazo en todos los sentidos y te adora, al igual que a mi el mío. Tenemos la suerte de tenerlos y de que además, nos hayan hecho inseparables.

Te queremos muchísimo Andrea